sábado, 29 de diciembre de 2012

En la noche de Navidad mi hermana está llegando

En la noche de Navidad mi hermana está llegando Apura el paso y el esplendor de la ruta no logra detenerla La ven pasar el león y el cabrito Ellos comentan - Va de prisa Y dicen bien Mi hermana no se detiene a contemplar las volutas y las torres el perfecto diseño la armonía y la majestad de los palacios Mi hermana no se detiene Avanza Sabe que puede no encontrar posada Lo dijeron los pastores Más lleva todo lo necesario No se detiene Durante cuarenta y cuatro años guardó - junto un muchacho elegante e ingenuo como ella- un oro tan puro como el de Ofir que de haberlo conocido Salomón lo hubiera colocado en el templo que construyó cuando soñaba con atrapar al Dios que arde Ella atesoró además el bálsamo de sus hijos idéntico al áloe que crece en las laderas del Monte Moria y cultivó mirra con ese arte tan suyo que lo mismo servía para atar el nudo de los pañuelos que para envolver el pan Tiene prisa La han visto pasar En la noche de Navidad mi hermana está llegando al Paraíso Nadie la detiene En la noche de Navidad Dios está a la puerta pues sabe va entrar una muchacha alta y fuerte como cedro del Líbano Él siente el olor a acacia de sus vestidos La está esperando Pero yo me he quedado en mitad de la noche y grito y me duele hasta el alma sin que nadie escuche ¡Dios mío Dios mío mi hermana es solo una muchacha… y tiene miedo! ¡Ábranse las antiguas compuertas! Mi hermana en la noche de Navidad entra y Tú la esperas. La estás esperando.

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